Como Hacer Sanitizante Con Alcohol Y Agua

Durante la pandemia de COVID-19, la necesidad de un ambiente más higiénico se ha vuelto crítica, por lo que es fundamental mantener la salud e higiene, específicamente mediante el uso de desinfectantes. Esta necesidad se ha visto reflejada en la escasez de productos como los desinfectantes, algo que no es ideal para la salud pública.

Sin embargo, hay una alternativa viable para combatir este problema: la creación de un sanitizante con alcohol y agua. El objetivo principal de este artículo es dar a conocer cómo hacer sanitizante con alcohol y agua y explicar sus características.

Aquí se enlistarán los ingredientes y herramientas que se necesitarán para realizar esta actividad:

  • Alcohol Isopropílico, un tipo específico de alcohol que es ampliamente utilizado para desinfectar superficies.
  • Agua, para mezclar el alcohol y diluirlo, para así lograr una concentración adecuada para su uso.
  • Medidor de graduación volumétrica, para medir con exactitud la cantidad de alcohol y agua necesaria para el proceso de mezcla.
  • Recipiente, para poder mezclar adecuadamente los ingredientes.
  • Frasco, para guardar el producto terminado en un contenedor apropiado.

Una vez listos los materiales necesarios, el siguiente paso es mezclar la cantidad correcta de alcohol isopropílico y agua para lograr la concentración adecuada. Para hacer esto, se recomienda utilizar una solución formada por un 70% de alcohol isopropílico y un 30% de agua. Esta cantidad se logra a través del medidor de graduación volumétrica.

Luego que se haya logrado la mezcla correcta, ésta debe guardarse en un frasco de pigmentación oscura para evitar que los rayos del sol dañen el producto terminado. Finalmente, el producto es listo para usarse como un sanitizante efectivo.

Como se ha mencionado en este artículo, crear un sanitizante con alcohol y agua es una estrategia viable para combatir la escasez de productos desinfectantes y poder mantener la salud e higiene. Es importante recordar que la concentración adecuada de alcohol isopropílico y agua es un 70% y un 30%, respectivamente, para que el sanitizante cumpla con la función para la cual fue creado.

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Índice De Contenidos
  1. Recomendaciones
  2. ¿Qué proporción de alcohol y agua se requiere para hacer sanitizante?
  3. ¿Qué cantidad de tiempo debe dejarse el sanitizante sobre la superficie para una desinfección adecuada?
  4. ¿De qué manera difiere el sanitizante hecho con alcohol y agua del uso del jabón y el agua para lavar las manos?
  5. ¿Es seguro hacer el sanitizante en casa con alcohol y agua?
  6. ¿Qué otros ingredientes pueden usarse para mejorar la eficacia del sanitizante?
  7. ¿Qué otras aplicaciones aparte de desinfectar superficies se pueden tener para el sanitizante casero?
  8. ¿Es necesario agregar algún conservante al sanitizante hecho con alcohol y agua para hacerlo duraderp?
  9. Conclusión

Recomendaciones

  1. Escoge un recipiente para guardar tu sanitizante. El mejor es uno que pueda ser cerrado herméticamente, como un frasco de plástico o de vidrio.
  2. Combina las sustancias. Mezcla 8 partes de alcohol isopropílico con 1 parte de agua destilada para hacer el sanitizante. Utiliza un vaso medidor para obtener resultados precisos.
  3. Agrega aceite esencial opcional. Si quieres una fragancia refrescante agrega algunas gotas de aceite esencial de tus preferencias. Esto es completamente opcional, pero ayudará a mejorar el olor.
  4. Mezclar bien. Utiliza una cuchara o cualquier instrumento para batir la mezcla hasta que los ingredientes se disuelvan perfectamente.
  5. Vacía la mezcla en el recipiente. Verifica que el frasco esté limpio y libre de polvo antes de transferir la mezcla.
  6. Tapa herméticamente. Cierra inmediatamente el frasco y verifica que la tapa esté bien colocada para evitar fugas y contaminación del sanitizante.
  7. Almacena de forma segura. Guarda tu sanitizante en un lugar fresco y seco. Evita la exposición al sol directo.

¿Qué proporción de alcohol y agua se requiere para hacer sanitizante?

En tiempos de pandemia, sabemos que los desinfectantes y sanitizantes se han convertido en una necesidad básica. Esto porque son capaces de eliminar los microorganismos dañinos en todo tipo de superficies. Ahora bien, ¿qué proporción de alcohol y agua se requiere para hacer sanitizante?

Para preparar un sanitizante se requiere una mezcla que contenga entre el 60% al 80% de alcohol etílico. Esta proporción es la exacta para que funcionen como desinfectantes. Si la concentración de alcohol es menor al 50%, no tendrá los resultados esperados. Si la concentración es superior al 80%, el alcohol puede resultar muy dañino para la piel.

Añadir agua a la mezcla es muy importante, pero la cantidad varía según la proporción de alcohol que se utilice. En general, si se mezcla el 60% de alcohol con agua, se debe colocar el 40% de agua. También existen recomendaciones para mezclas con alcohol al 70% o al 75%. Para estos casos, se recomienda una proporción de agua del 30%, o del 25%, respectivamente.

Además, hay otros componentes que pueden añadirse a la mezcla para optimizar la acción del sanitizante. Por ejemplo, se puede agregar una pequeña cantidad de glicerina, que actúa como humectante para la piel. También se suelen agregar aceites esenciales u otros aceites vegetales para mejorar su fragancia y textura. Finalmente, existen mezclas que contienen sales, como las sales de Epsom, las cuales funcionan como agentes calmantes y antimicrobianos.

Para preparar un sanitizante se necesita una mezcla que contenga entre el 60% y el 80% de alcohol etílico, junto con una proporción de agua que varía según el porcentaje de alcohol. Además, otros componentes como glicerina, aceites esenciales y sales de Epsom, pueden optimizar la función del desinfectante.

¿Qué cantidad de tiempo debe dejarse el sanitizante sobre la superficie para una desinfección adecuada?

La cantidad de tiempo necesaria para garantizar una desinfección adecuada con sanitizante varía dependiendo del lugar donde se vaya a aplicar. Existen una serie de factores que influyen en la eficacia de los desinfectantes, entre ellos:

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  • Tipo de superficie.
  • Tipo de desinfectante utilizado.
  • Tipo de agente infeccioso a eliminar.
  • Degradación del producto.

Para superficies lisas y no porosas como pueden ser los mostradores, lavabos, encimeras, juguetes, muñecas entre otros, un sanitizante líquido puede tomar entre 30 y 60 segundos para obtener la desinfección adecuada, la cual se logra cuando el producto permanece sobre la superficie en contacto total durante ese tiempo y dicho producto se encuentre dentro de su concentración indicada.

Para superficies porosas, como suelen ser los muros, alfombras, cortinas, muebles con textiles, tapetes entre otros, lo ideal es usar una solución líquida con una concentración no diluida, ya que es una superficie que absorbe agua, esto quiere decir que los lugares donde hay tejidos o esponjas necesitan por lo menos 5 minutos para lograr una desinfección óptima, no olvidar el secado después de la aplicación.

Además, el uso de guantes y otros elementos de protección personal, ayudan a conservar los desinfectantes más tiempo en la superficie ya que su manipulación es menor y se evita la contaminación cruzada. Si usamos un desinfectante en aerosol su aplicación sobre la superficie debe ser a una distancia mínima de 20 cm y se debe mantener durante 1 minuto manteniendo el mismo ángulo y postura.

Por ultimo, es importante recordar que el sanitizante debe estar siempre en buen estado para que cumpla su función, si éste se ha encontrado algún tiempo expuesto a la luz excesiva, calor y frío, probablemente requerirá una nueva aplicación para uso correcto. Para evitar este escenario hay que almacenar el desinfectante en un lugar fresco, protegido de la luz y alejado de las fuentes de calor.

¿De qué manera difiere el sanitizante hecho con alcohol y agua del uso del jabón y el agua para lavar las manos?

Lavarse las manos con frecuencia es una de las mejores formas de prevenir varias enfermedades, por lo que se recomienda hacerlo siempre. Normalmente se utiliza jabón y agua, pero existen otra alternativas como el uso de sanitizante hecho con alcohol y agua.

Aunque para muchas personas realizar las dos acciones es sinónimo, hay una considerable diferencia entre una y otra. El lavado de manos con agua y jabón remueve la mucosidad, los residuos orgánicos, productos químicos, microorganismos y cualquier otro objeto extraño que pueda estar impregnado en esos tejidos. Esto se consigue mediante la acción del agua, la temperatura y el jabón.

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No obstante, el sanitizante tiene la capacidad de eliminar los gérmenes y bacterias presentes en las manos, eliminando únicamente el material orgánico contaminado, aunque también resulta útil para limpiar el material inorgánico ya que contiene alcohol. Además, al ser una solución líquida se puede aplicar en lugares pequeños o de difícil acceso que suelen ser más susceptibles a la presencia de virus.

En general, ambas herramientas son útiles para mantenernos saludables y libres de enfermedades. Sin embargo, en aplicaciones específicas son diferentes. Mientras que el uso del jabón y el agua se recomienda para procesos generales de limpieza, el sanitizante de alcohol se debe de utilizar en circunstancias especiales como si vas de viaje, has estado en contacto con gente enferma o si has tenido contacto con superficies difíciles de limpiar.

Por último, hay que mencionar que una cuestión bastante importante para el uso del sanitizante es que el porcentaje de alcohol contenido en él sea el adecuado; mayor del 60% para que sea efectivo y menor del 90% para prevenir la irritación de la piel. Como conclusión, para una correcta higiene de manos se recomienda el uso de los dos métodos en su debida proporción.

¿Es seguro hacer el sanitizante en casa con alcohol y agua?

Hacer el sanitizante en casa con alcohol y agua puede ser seguro si se siguen las instrucciones adecuadas. Además, existen instrucciones sencillas para preparar los mejores sanitizantes. Estas recetas requieren al menos un 60 por ciento de alcohol como la mayoría de los productos comercialmente disponibles. Si no se tienen a mano estos componentes, se puede optar por mezclar ácido cítrico y agua para obtener un desinfectante natural.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que el uso incorrecto del alcohol o el ácido cítrico para la preparación del sanitizante en casa puede ser perjudicial para la salud. El alcohol, por ejemplo, tiene efectos tóxicos y dañinos si se ingiere directamente o inhalado. Y si se realiza el sanitizante con el tipo erróneo de alcohol, puede resultar ser ineficaz. Por lo tanto, antes de empezar a preparar un sanitizante en casa con alcohol, hay que asegurarse de contar con el tipo correcto.

Del mismo modo, se recomienda hacer el sanitizante con agua destilada para evitar cualquier riesgo de contener impurezas o residuos químicos que puedan reducir la eficacia del producto. Además, hay que asegurarse de diluir el alcohol adecuadamente y mezclarlo con el agua para lograr la proporción correcta, así como añadir algunas gotas de aceite esencial para mejorar su aroma. Finalmente, no hay que dejar el sanitizante a la intemperie ni exponerlo a la luz directa del sol ya que puede provocar reacciones indeseables.

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Por tanto, realizar el sanitizante en casa con alcohol y agua puede ser seguro si se siguen las recomendaciones anteriores, pero siempre aconsejando utilizar productos adaptados o elaborados para uso humano y, sobre todo, respetando las cantidades recomendadas, ya que el exceso de alcohol puede resultar perjudicial. Así mismo, antes de emplear cualquier desinfectante elaborado en casa se recomienda leer la etiqueta para asegurarse de que el producto cumple los requisitos de seguridad.

¿Qué otros ingredientes pueden usarse para mejorar la eficacia del sanitizante?

El sanitizante se puede mejorar con la adición de diversos ingredientes. El primer paso para asegurar la eficacia de tu sanitizante aquí es utilizar hipoclorito de sodio. Esta sustancia es conocida como cloro y es uno de los desinfectantes más utilizados en todo el mundo. Sin embargo, hay varios ingredientes agregados que pueden mejorar la eficacia del sanitizante. Algunos de ellos son:

  • Aceites esenciales: estos aceites tienen propiedades antibacterianas y antivirales y pueden complementar el desempeño del sanitizante al respaldar sus efectos desinfectantes.
  • Alcohol: el alcohol es un agente desinfectante conocido y puede mejorar el desempeño de tu sanitizante. Además, su presencia en el sanitizante asegura su máxima eficiencia.
  • Peróxido de hidrógeno: se trata de otro desencantante conocido con resultados similares a los del alcohol.
  • Amoniaco: el amoniaco es un agente desinfectante relativamente fuerte y puede contribuir a mejorar la eficacia del sanitizante.
  • Bicarbonato de sodio: se trata de un ingrediente conocido por sus propiedades limpiadoras y desinfectantes. El bicarbonato de sodio también ayuda a eliminar los olores no deseados.
  • Extractos naturales: hay extractos naturales como el eucalipto, romero, manzanilla y albahaca, entre otros, que contribuyen a mejorar la eficacia del sanitizante.
  • Aceite de árbol de té: este aceite es conocido por sus propiedades desinfectantes y es un gran ingrediente para mejorar el desempeño de cualquier sanitizante.
  • Vinagre: el vinagre posee propiedades antibacterianas y desinfectantes y funciona como un adjunto a la eficacia del sanitizante.

Además de los ingredientes antes mencionados, hay una variedad de otros componentes que se pueden agregar para aumentar la eficacia de un sanitizante. Estos incluyen limón, hierbas aromáticas, menta, azúcar, Cayena, aceite de árbol de humo, glicerina, aceites esenciales, vitamina E y sal marina. Algunos de estos ingredientes no solo mejoran el desempeño del sanitizante, sino que también agregan un cierto grado de fragancia.

Por lo tanto, combinando los diferentes ingredientes mencionados anteriormente puedes crear tu propio producto desinfectante en casa. Si decidieses realizar esta actividad con fines de limpieza doméstica, es importante que sepas que el sanitizante creado posee una vida útil limitada y, por lo tanto, no lo uses con demasiada frecuencia. De esta forma, algunos de los ingredientes indicados anteriormente tendrán una mayor eficacia.

¿Qué otras aplicaciones aparte de desinfectar superficies se pueden tener para el sanitizante casero?

Los sanitizantes caseros son una forma útil y práctica para mantener la salud y limpiar apropiadamente nuestros hogares. Esto, porque, además de ofrecer una alternativa asequible al uso prolongado de los productos industriales, también cumplen con una amplia variedad de usos.
En ese sentido, existen varias aplicaciones diferentes para el sanitizante casero. Por ejemplo, pueden ser utilizados como desinfectantes de la ropa, como limpiadores de muebles, como producto para la limpieza de baños, como desodorizantes y como productos para la destilación de los alimentos.
Además, se puede emplear para eliminar gérmenes, bacterias y hongos en superficies comunes del hogar, como el suelo, la mesa de cocina, la encimera de la cocina o el botón de la luz. Algunos de estos sanitizantes caseros incluso pueden ser utilizados para eliminar el cuerpo extraño que cae sobre el piso, como hojas, tierra, pelo y partículas de polvo.

El empleo del sanitizante casero también permite prevenir enfermedades. Esto, porque los productos químicos contenidos en los productos de limpieza pueden ser perjudiciales para la salud si su cantidad excede a lo recomendado. El sanitizante casero, al ser preparado en grupos familiares, tiene el nivel de concentración óptimo para el uso en la vida cotidiana, por lo que resulta ser la mejor opción.

Otra aplicación diferente para el sanitizante casero es como desinfectante de heridas. Esto, ya que algunos ingredientes en la preparación combinados con los productos químicos utilizados para la limpieza pueden ser una solución segura para limpiar heridas, evitando que éstas se infecten. Otras aplicaciones que se pueden llevar a cabo mediante su uso son:

  • Desinfectar juguetes.
  • Eliminar olores desagradables.
  • Prevenir infecciones.
  • Eliminar bacterias y virus.
  • Favorecer la desinfección de la ropa.

Garantizar una correcta higiene en el hogar no solo requiere de productos químicos de limpieza, sino también del uso de sanitizantes caseros. Estos ofrecen una solución efectiva y asequible para mantener la salud de los habitantes del hogar, teniendo en cuenta la variedad de usos que se pueden realizar con ellos.

¿Es necesario agregar algún conservante al sanitizante hecho con alcohol y agua para hacerlo duraderp?

EL sanitizante hecho con alcohol y agua es una forma eficaz de desinfectar superficies y eliminar los gérmenes y bacterias. Sin embargo, la durabilidad de este producto puede ser limitada. Por ende, algunos ingredientes se agregan para aumentar la efectividad a largo plazo. Uno de estos ingredientes son los conservantes, los cuales tienen como misión reducir el deterioro del sanitizante.

Los conservantes son aquellas sustancias químicas que evitan el crecimiento microbiano en productos líquidos. Se agregan únicamente cuando es necesario, para mejorar la longevidad del producto. Los conservantes más comunes son el ácido benzoico, la salicilato de metilo, el ácido sorbico y los parabenos.

Todos ellos cumplen la misma función, pero su reacción química difiere ligeramente. Por lo tanto, es necesario elegir el conservante adecuado según las necesidades de la composición del sanitizante. De esta forma, se logran resultados mucho más eficientes que, de otra manera, no se conseguirían.

Es necesario agregar algún conservante al sanitizante hecho con alcohol y agua para hacerlo duradero. Estos ingredientes ayudan a prevenir el deterioro del producto sin afectar sus propiedades desinfectantes, proporcionando un resultado mayormente satisfactorio. El contenido adecuado de conservante también contribuye a mantener la solidez del producto durante su almacenaje, protegiéndolo contra la humidificación, la oxidación y la acción de otros agentes.

El agregado adecuado de conservantes al sanitizante hecho con alcohol y agua es equivalente a su eficiencia a largo plazo. Los conservantes permiten proteger el producto de diversos agentes que pueden alterar su composición, asegurando así una vida útil mucho más prolongada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que deben usarse los conservantes adecuados según el producto, para evitar complicaciones futuras.

Conclusión

El preparar un desinfectante con alcohol y agua puede ser una buena opción en caso de no encontrar alguno para usar. Si bien es importante aclarar que estos sanitizantes caseros no son iguales que los comerciales, si pueden ayudar a reducir la propagación de microbióticas en los objetos que toquemos. Además, pueden usarse para la limpieza de superficies, siempre respetando las proporciones correctas para evitar irritaciones en la piel. Finalmente, hay que recordar que la mejor forma de prevenir la propagación de enfermedades y virus es lavándose las manos con agua y jabón de manera frecuente.

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